Hace muchos años, en la televisión cubana, se transmitió una serie dramatizada para niños que dejó una profunda impresión en la memoria de quienes la vieron. Se trató de «Papá de Noche», una producción colombiana dirigida por el talentoso cubano Charlie Medina. Aunque su transmisión original se realizó a finales de los años 90, tuvo un emocionante regreso en 2010 durante la programación de verano, recordando a los cubanos la emotiva historia que cautivó a toda una generación. A pesar de que ha pasado tiempo desde entonces, los recuerdos de esta serie siguen vivos en la memoria de quienes la disfrutaron.

«Papá de Noche» se basó en la novela de María Gripe y narra la historia de Julia y su madre, quienes viven solas en su departamento. La madre, trabajadora y enfermera, debe realizar turnos nocturnos, lo que la obliga a buscar una solución para cuidar a su hija durante esas horas.

La serie se desarrolla con Julia como protagonista, una niña que crece sin la presencia de su padre y siente su ausencia tanto en casa como en la escuela. Se pregunta constantemente cómo sería su vida con él. La respuesta a esta pregunta llega con la llegada de Pedro y su peculiar amiga, la lechuza «Contrabando», un amigo escritor de la madre de Julia, quien asume el papel de cuidador durante las noches en que la madre trabaja. Pedro se convierte en un pilar fundamental en la vida de Julia, permitiéndole a su madre continuar con su trabajo nocturno.

La trama se complica cuando Julia inventa historias sobre un «papá de noche» en la escuela para encajar con sus compañeras, lo que provoca conflictos y peleas. Sin embargo, Pedro y Contrabando se convierten en sus confidentes y guías, ayudándola a superar las dificultades que enfrenta en su vida.

Uno de los episodios memorables de la serie es cuando Julia recibe una llamada de su amigo Contrabando para presentarle a su nueva amiga, Julia la flor, una misteriosa flor de papel que canta y tiene aroma a vainilla . Para poder encontrarse con Contrabando, Julia le dice a su madre que va a visitar a Ulla, su compañera de colegio. Sin embargo, Isabel, la madre de Julia, descubre la mentira y, junto a Pedro, inicia una búsqueda en las calles de la ciudad para encontrar a la niña.

La relación entre Julia, Pedro y Contrabando es el corazón de la historia. A pesar de los desafíos y desacuerdos iniciales, esta singular familia elegida encuentra en la comprensión, el respeto mutuo y el afecto un camino hacia la aceptación y la felicidad.

Una característica distintiva de «Papá de Noche» es su pegajosa canción de apertura. La letra de la canción dice: «En un abrir y cerrar de ojos, una noche por mi ventana, se coló la fantasía, un marinero le dio la vida a una flor de papel y a una lechuza de trapo…» Esta encantadora melodía evoca recuerdos de un tiempo más simple y se mantiene como un recordatorio eterno de los momentos compartidos frente al televisor.

A pesar de la falta de información disponible sobre la serie «Papá de Noche», sigue siendo un tesoro en la memoria de quienes la vieron en la televisión cubana. Su emotiva trama, personajes entrañables y la inolvidable canción de apertura hacen que esta serie sea un recuerdo querido para los cubanos. Aunque puede ser difícil encontrarla en línea o en la actualidad, «Papá de Noche» sigue siendo una parte importante del legado cultural y televisivo de Cuba.