En un emotivo tributo, celebramos la vida y la trayectoria de un excepcional actor cubano. Ayer, en una fecha que no queremos dejar pasar desapercibida, honramos a Félix Pérez Ortiz en su cumpleaños, recordando con admiración su destacada contribución al mundo del cine y la televisión en Cuba.

Nacido el 30 de agosto de 1936 en Santiago de Cuba, Félix Pérez Ortiz ha forjado un legado invaluable en el escenario artístico cubano. Su viaje artístico comenzó en su provincia natal en la década de los 60, donde su pasión por la cultura y las artes se manifestó tempranamente. Bajo la dirección de Miguel Ángel Botalín Pampín, Director de Cultura de la época, se unió a la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR), desempeñando un papel vital como responsable regional de cultura.

En 1961, dio un paso trascendental al unirse al Grupo Teatral Santiago, bajo la dirección del argentino Jaime Svensky. Su compromiso con el arte dramático lo llevó a ser uno de los fundadores de la Academia de Arte Dramático, guiada por Adolfo Gutkin. Su participación en el «Conjunto Dramático de Oriente» en 1963 lo consolidó como una figura central en la escena teatral regional.

Sin embargo, su influencia no se limitó a las tablas teatrales. La televisión también se convirtió en un lienzo para su talento. Bajo la dirección de Jesús Cabrera «Chucho» y otros colaboradores del ICR, Félix Pérez Ortiz encontró una nueva plataforma para su versatilidad artística. Actuó y asistió en la dirección de una variedad de seriales y programas, como «En silencio ha tenido que ser» y «Julito el pescador».

La década de los 70 marcó su compromiso como actor internacionalista, uniendo su talento al trabajo de aficionados del Ministerio del Interior (MININT). En 1976, se dirigió a la República Popular de Angola, donde destacó por su labor cultural con los internacionalistas. Al regresar a Cuba, ocupó el cargo de responsable de cultura en el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos y vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

Félix Pérez Ortiz dejó su huella en el teatro y en la televisión, actuando y dirigiendo en múltiples puestas en pantalla. Su influencia también se sintió en el cine, participando en películas como «La primera carga al machete» y «El Benny». Su compromiso como profesor ha dejado una marca perdurable en generaciones de actores en Santiago de Cuba y La Habana, impartiendo sabiduría en locución, narración y actuación radial.

Por su sobresaliente trayectoria, Félix Pérez Ortiz ha recibido múltiples reconocimientos y distinciones que resaltan su importancia en el panorama artístico. A través de la Medalla Raúl Gómez García, la Distinción Giraldilla de La Habana y el Premio Nacional de Televisión 2019, entre otros, su legado es un testimonio de su compromiso con el arte y su contribución incansable a enriquecer la cultura cubana.

En este día después de su cumpleaños, aplaudimos a Félix Pérez Ortiz por su inquebrantable dedicación y su contribución excepcional al mundo del arte. Su impacto en la cultura cubana perdura y enriquece nuestras vidas.