Durante décadas, los muñequitos rusos en Cuba dominaron la programación infantil, aunque hoy están ausentes de la escena audiovisual. Recordar las tardes frente al Krim 218 viendo los clásicos como «lobo» y «conejo», la tusa cutusa o a Pedrito, el policía, despierta una nostálgica sonrisa en aquellos que crecieron en las décadas de los 60, 70 y 80.

Aunque los muñequitos rusos de aquel entonces no tenían la sofisticación en animación y diseño de los actuales, muchos cubanos los recuerdan con cariño a pesar de su estética poco agraciada. En una época con limitadas opciones televisivas, estos dibujos animados formaron parte inevitable de la infancia cubana, lo que lleva a bromear sobre el posible «trauma» que pudieron haber causado.

Hoy, abrimos el baúl de los recuerdos para hacer un recuento de los muñequitos rusos más populares en Cuba. Estos personajes entrañables dejaron una huella imborrable en generaciones de cubanos y se convirtieron en símbolos de la infancia.

Los 5 muñequitos rusos más populares en Cuba:

1-¡Me las pagarás!

Uno de los muñequitos rusos más reconocidos en Cuba es ¡Nu, pogodí!. Esta serie animada presentaba episodios breves de alrededor de 9 a 10 minutos cada uno. Producida en Rusia, se transmitió originalmente entre 1969 y 1986. La trama se centraba en un lobo que persigue incansablemente a una liebre, posiblemente con la intención de comérsela. Al final de cada episodio, la liebre salía ilesa y el lobo exclamaba: «¡Me las pagarás!» o «¡Deja que te coja!». La gran mayoría de los cubanos en la isla ha tenido el placer de deleitarse con estos muñequitos, ya que, a diferencia de otros dibujos animados rusos que pueden resultar un tanto inquietantes, ¡Nu, pogodí! logra todo lo contrario, gracias a su animación bastante aceptable y escenas divertidas.

2-Bolek y Lolek

Aunque generalmente agrupamos todos los dibujos animados como «muñequitos rusos», es importante destacar que esta categoría también incluía producciones de otros países socialistas de Europa del Este, como es el caso de Bolek y Lolek, originarios de Polonia. Creados por el animador polaco Władysław Nehrebecki en 1963, estos hermanos protagonizaron sus aventuras alrededor del mundo durante 23 años. En Cuba, Bolek y Lolek se transmitió por primera vez en la década de 1970 y rápidamente conquistaron el corazón de los niños y las familias cubanas. Este dúo de traviesos personajes evoca las travesuras de la infancia en aquellos que crecieron viéndolos.

3-Fantito

¿Qué es lo que va a regar Fatito? Si naciste en los años 60 o después, seguramente responderás rápidamente: ¡la Espina! Fantito es un dibujo animado producido por Soyuzmultfilm y lanzado en la Unión Soviética en 1975, aunque también se transmitió en Cuba durante las décadas de 1970 y 1980. Aunque para algunos estos muñequitos pueden parecer «extraños», Fantito es un personaje muy querido entre los muñequitos rusos en Cuba. ¿Eres fanático de Fantito?

4-Los tres de Leche Cortada

Estos muñequitos rusos, conocidos como «Los tres de Leche Cortada», «Tío Fiodor» o «El cartero Fogón», son considerados íconos generacionales en Cuba. Producidos entre 1978 y 1984 y basados en el libro «Tío Fiodor, su perro y su gato» de Eduard Uspensky, los personajes principales son Tío Fiodor, un niño de 6 años conocido por su seriedad, su gato Matroskin y el perro Sharik. Juntos, vivieron numerosas aventuras en una villa llamada Leche Cortada, algunas de ellas junto al cartero local, Pechkin (llamado cartero Fogón en la versión doblada en Cuba).

5-Mashenka y el oso

Mashenka y el oso es uno de los mejores muñequitos rusos en Cuba. Este animado conquistó el corazón de los espectadores cubanos gracias a su combinación de humor y lecciones educativas. Después de perderse en el bosque, la niña Mashenka convence al oso para que la lleve a una cabaña en secreto. El oso, ilusionado, piensa que el contenido de la canasta atada a su espalda es miel. Y en cada intento por probarla, la niña susurra con ternura: «Desde aquí arriba Mashenka te está mirando; ten cuidado, oso, no seas goloso». Esta frase se ha convertido en un recuerdo entrañable para los cubanos.

Los dibujos animados rusos son parte de nuestra historia personal. Volver a verlos nos transporta a esos días de inocencia, cuando la diversión y las risas con nuestros amigos eran lo más importante. Además, nos conectan con nuestras raíces, cultura y nuestra infancia. Aunque hoy en día han quedado en el olvido, quizás no sería mala idea incluir algunos de estos muñequitos rusos en la televisión cubana de vez en cuando. Invitamos a todos aquellos que disfrutaron de ellos en su niñez a recordar y compartir sus favoritos.